domingo, 19 de diciembre de 2010

Concurso Nacional de Poesía

Hace unos días le regalaron un libro de poesías a mi papá, era del I Concurso Nacional de Poesía Escolar Vistony 2010 realizado en el mes de noviembre, con gran sorpresa y alegría era ver entre los finalistas a dos participantes de nuestra Provincia de Luya, una alumna del Blas Valera y otro alumno del Ramon Castilla. El libro en mención cuenta con los mejores 200 poemas, impulsando la creatividad de los jóvenes escolares.

"Siendo el conocimiento fundamental, en la edad escolar lo es doblemente. La ruta mas larga y sinuosa siempre será la más segura". Oswaldo Hidalgo, Director Gerente de Vistony Compañía Industrial del Perú. Los organizadores de ese concurso son la Biblioteca Nacional del Perú y Vistony Compañía Industrial del Perú.

Aquí mostramos las poesías de nuestros paisanos:



LA SOLEDAD SIGUIENTE

Silencio sin piedad
se apoderó de mi
de este vacío de ausencia,
de esta tarde gris
de un otoño triste;
y en el cielo de las estrellas
y de los árboles en el bosque.


Las flores del campo
trajeron tu aroma,
la brisa tibia
el susurro de tu voz
y la noche triste
tu estado del alma.


Y yo me iré.
Y se quedarán
las estrellas en el cielo;
y se quedará la tarde gris
de aquel otoño triste.


Y yo me iré.
Y me llevaré
el aroma de tu cuerpo
y el eco de tu voz.
Y se quedarán,
marchitas las flores en el campo
y en la muda noche y triste
errarán, nostálgicas...
ráfagas de viento.




Reyna LLanca Chuecha
2º año - I.E. Blas Valera
Luya - Amazonas




MIENTRAS BRILLEN TUS OJOS

Aún recuerdo el suave tacto de tu piel con mi piel,
y las nubes desbordándose en el horizonte.
Aún siento en mi rostro tu cálida voz,
y la brisa tibia que nos envolvía.
Aún siento las palabras de tus labios,
y las trémulas noches de aquel otoño gris.
Aún siento el tremolar de mi cuerpo en tu cuerpo,
y los cefirillos con tu suelto cabello jugueteando.


Aún se me apaga la voz,
al cálido beso de tus palabras n mi rostro,
como se apaga la tarde en el campo.
Aún conservo tu olor,
y el aroma de las lívidas rosas;
el brillo de tu ojos,
y el de las fulgentes flores del campo
que trémulas se mecían al viento.


Y mientras tomados de la mano,
las desgarradas nubes avancen en el espacio;
mientras en silencio veamos morir la tarde,
sin que el tiempo avance;
mientras los recuerdos persistan,
golpeen mis sienes, me atormenten...
Mientras una tenue luz se filtre por entre la lluevia
y ansiosas nuestras almas se busquen sin encontrarse;
mientras brillen tus ojos
habrá esperanza.




Jorge Chuquizuta Chuecha
5º año - I.E. Ramón Castilla
Luya - Amazonas





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