miércoles, 11 de mayo de 2011

Carta dirigida a Lámud por las hermanas del IBVM

Carta dirigida al pueblo de Lámud.-

Con gran dolor, nosotras las hermanas del Instituto de la Bienaventurada Virgen María, somos testigos de lo que viene pasando en este momento en nuestro querido pueblo de Lámud.

Durante 30 años las hermanas hemos gozado de ser parte de un pueblo, que celebra su fe profunda a través de su apreciación por la Eucaristía y su respeto profundo por los sacerdotes como ministros de Dios – nuestros sacerdotes que traen a nuestros altares el don estimable del mismo Jesús – su Cuerpo y su Sangre.

¿Qué está pasando ahora que uno de nuestros sacerdotes, el P Antonio Jose Rodriguez Arana, esta siendo tratado como chivo expiatorio, como persona no grata en nuestro pueblo?
¿Qué pasa, es que nuestra obediencia a nuestro Obispo está siendo negada?.

Rezamos todos los días en el padre Nuestro: "Que se haga Señor tu voluntad que venga tu Reino… perdónanos como nosotros perdonamos…"

Creemos que la fe de este pueblo que honra a Cristo con tanta devoción el último domingo de cada mes en la Eucaristía, que toma al Señor de Gualamita como su tan querido patrón – creemos que su fe es mas profundo que preferencias personales e intereses o rivalidades y pequeñeces. Si, creemos que si es.

En este tiempo de Pascua cuando celebramos a Cristo Resucitado, nosotras las hermanas del Instituto de la Bienaventurada Virgen María, tenemos la gran esperanza que la fe del Pueblo de Lámud, tan sólida y cimentada sobre roca, y su calurosa hospitalidad, la buena voluntad, y el espíritu de acogida y unión, que tanto caracterizan al Pueblo de Lamud, sobresalga una vez mas y abrace a todos, quien sea o de donde proceda.

Gracias,
Hna. Winifride Doyle Larkin
Superiora regional IBVM