miércoles, 7 de enero de 2009

Lámud: Donde el tiempo se detiene

Artículo sobre Atractivos Turísticos en la Revista Qawaq N° 5, cortesía de nuestro amigo Jorge Martinez:

Antes de llegar a Lámud pasamos por el distrito de Luya lugar muy conocido también, con un mayor numero de habitantes y un movimiento comercial mas notorio que Lámud. Acercándonos cada vez mas empezamos a divisar una montaña pequeña ubicado a la mano derecha que cubre la vista del pueblo llamado Lámud Urco y a la mano izquierda vemos a un Cristo Redentor razón por la cual ahora es denominada por el señor López Cabañas, escritor chachapoyano, como “la cuidad de la fe”.

Cuando uno se encuentra parado en la plaza de armas del pueblo puede sentir la sensación de paz al ver las calles casi desoladas, el cielo azul con un sol resplandeciente en verano, el aire puro que puede respirar, gente caminar a pasos lentos sin preocupaciones, algunos con sus caballos, otros sentados enuna esquina conversando o tocando guitarra pero todos en paz, los niños saliendo de clases corriendo por las calles al medio día, las madres preparando el almuerzo y por la tarde los padres con los hijos mayores retornando de la faena de campo que realizan a diario en sus chacras te hacen sentir como si te quedaras en el tiempo quieto por un momento olvidándote de muchas tensiones citadinas.

Por las noches cuando el cielo esta despejado podemos observar muchas estrellas y para los que gustan de la astronomía es fácil divisar algunas constelaciones del hemisferio sur como la del escorpio, libra y entre otras. Luego se empieza a escuchar el cantar de los sapos, avisando que se aproxima una lluvia. El relincho de los burros, los ladridos de perros y el cacareo de las gallinas son aviso de un nuevo día. El sol que empieza a salir por el este muestra nuevamente la belleza del pueblo. Sus calles angostas casi todas asfaltadas y otras aun de tierra y sus casas que en su mayoría son de adobe y caña con muros inconclusos y desequilibrados y techos a dos aguas. Complementan el paisaje típico serrano en medio de la ceja de selva.Caminando por la mañana empiezas a sentir el olor del pan típico de la zona como los molletes y los panes llamados “populares” por ser mas baratos y de mayor consumo, despierta el apetito por un buen desayuno, saboreando estos deliciosos panes con una taza de café del pueblo y una humita y en el mejor de los casos un delicioso juane de yuca.

En Lámud puedes visitar lugares muy representativos de la cultura asentada tiempos atrás como fue la Chachapoyas que tuvo mayor auge durante el periodo intermedio tardío. Tales como la Ciudad de los Muertos y Ayachaqui, donde muestra como enterraban a sus muertos en mausoleos y en estatuillas o mejor conocidos como “purumachos” y dan a entender muchas hipótesis que pretenden dar respuesta a la concepción que tenían los Chachapoyas sobre la muerte y su cosmovisión en el mundo real. También puede se puede visitar sitios naturales como las cavernas Quiocta y la catarata de Wanglic lugares cercanos al pueblo obsequiados por la madre naturaleza. A la hora del almuerzo es ideal visitar el restaurante “Mikuy” que traducido al castellano quiere decir “mi casa” para poder saborear un delicioso caldo de gallina acompañado de una cecina de res acompañada con papas fritas y yuca o un cuy con maní y papa sancochada. Después de disfrutar de tal banquete es imprescindible beberse una copa de aguardiente de caña o en el mejor de los casos probar una copa de cualquier macerado de fruta endulzado con miel de abeja con el propósito de asentar la comida que doña Indira nos prepara. Ya en la hora del crepúsculo se puede subir al Lámud Urco a pie, solo toma unos 10 minutospara tener una mejor vista del pueblo y a su vez reposar en el pasto junto a la cruz mirando como el sol nos vuelve a dejar y así pasar un día mas en un pueblo en la provincia de Luya, departamento de Amazonas que no puedes olvidar.

Texto y Fotografías: Jorge Humberto Martínez

Revista: Qawaq - “Cultura Andina y Caminantes”